miércoles, 10 de junio de 2009

EL REY ARTURO


Se trata de un rey semilegendario cuya existencia fue contada por primera vez por Nenius, un historiador del siglo IX.

Esta primera historia fue aumentada por Godofredo de Monmouth, que describió la juventud e Arturo y sus relaciones con el mago Merlín. Después será el poeta Normando Wace, quien terminará de dotar al mito de Arturo de sus episodios definitivos y más famosos creando la Tabla Redonda en el Roman de Brut.


Del Arturo histórico hay varias teorías, una de ellas afirma que era un cabecilla militar que nació en algún momento entre el siglo V o VI no se sabe si en Gales, Cornualles o el centro de Inglaterra. Su título era Duque de Britania y como tal, dirigió los ejércitos de diversos reyes locales que luchaban entre sí disputándose las tierras que los romanos habían dejado vacías el siglo anterior.


Parece que convenció a los reyezuelos locales para que dejaran sus propias luchas, y se unieran para luchar contra los nuevos invasores sajones, concediéndole el mando del ejército así formado.


Al parecer formó una partida de guerreros a caballo que fue una primitiva Orden de caballeros de la Tabla Redonda y su movilidad, conocimiento y adaptación al terreno, les permitieron enfrentarse al nuevo enemigo que ocupaba el territorio.Normalmente atacaban y se retiraban rápidamente para reaparecer muy lejos y atacar de nuevo. Esta táctica les dio muchas victorias y debió ser en esta época cuando empezaron a urdirse las primeras leyendas. Gracias a estas técnicas de lucha de los britanos, los sajones solo pudieron ocupar pequeñas partes del territorio, lo que hizo que terminaran mezclándose ambos pueblos y originaran lo que hoy llamamos pueblo inglés, que permaneció inalterado hasta el siglo XI, en que llegaron los normandos.


Hay también varios datos que parecen ratificar la idea de que fue un jefe tribal del clan de los cimbos que lucharon contra los anglosajones. El primero es que en los dialectos celtas y galeses Arturo o Artús significaba oso, y en algunas sociedades primitivas el jefe adoptaba el nombre del tótem del grupo. Otra es que los druidas llamaban a la constelación de la Osa, El Carro de Arturo.


Te puedes encontrar también alguna teoría que apunta a que fue un general romano, que permaneció en Britania cuando las Legiones romanas la abandonaron. Por eso se le ve tratando de imponer la supremacia de la ley tras la barbarie y el caos que siguió a dicho abandono.


En realidad no se sabe si realmente existió Arturo. Lo que sí es cierto es que su mito tiene muchas reminiscencias celtas, mezcladas con otras netamente cristianas.

El Arturo mítico o literario era hijo de Uther, rey de un pequeño reino que se encontraba cerca de Gales, y de Igraine duquesa de Cornwall. Se decía que su madre fue una de las mujeres que escaparon de la Atlántida, antes de que el gran continente desapareciera, otros afirmaban que estaba emparentada con las hadas.Nada más nacer Arturo fue entregado a Merlín, que le puso bajo la protección de Sir Héctor, que era un vasallo de Uther, que lo crió junto a su propio hijo Kay, como si de otro hijo se tratara. Los tiempos estaban revueltos, el rey Uther murió pronto y los señores feudales luchaban entre sí y cometían cuantos desmanes se les antojaban sin reconocer autoridad alguna.


Merlín acordó con el arzobispo de Canterbury, una estrategia capaz de hacer que todos los nobles fueran obligados a respetar a un solo rey, que fuera capaz de proteger al pueblo de los desmanes nobiliarios. Ambos acordaron citar a todos los barones del reino en Londres, dejando claro que sería Cristo mismo, quien eligiera al hombre que reinaría sobre todos ellos. Un milagro señalaría al elegido divino.El día de Navidad todos se encaminaron a la iglesia y al salir vieron, en el cementerio anejo una piedra de mármol cuadrada, en cuyo centro había un yunque, y de este salía una espada que tenía una inscripción: "Aquel que fuera capaz de arrancarme de este sitio será por derecho de nacimiento rey de toda Bretaña". Cada uno de los señores presentes probó suerte, pero ninguno fue capaz de sacar la espada.


La noticia se extendió como la pólvora, y todos los nobles del reino recibieron una invitación del Arzobispo para probar suerte.

Llegó el día de año nuevo, y con él la fecha en que debía celebrarse un gran torneo, al cual acudieron todos, incluidos sir Héctor, su hijo sir Kay y Arturo.


El día comenzó con una solemne misa, tras la cual todos se encaminaron al sitio donde tendría lugar el torneo.Allí fue donde sir Kay se dio cuenta de que había olvidado su espada y mandó a Arturo a buscarla a su alojamiento. Arturo no pudiendo entrar en sus habitaciones, por encontrarse cerradas, se acordó de la espada que había visto incrustada en el yunque del cementerio. Fue allí y sacó la espada sin ningún esfuerzo, corriendo a entregársela al que el creía su hermano. Sir Kay al verla y reconocerla dijo a su padre que al poseer la espada debía ser reconocido como rey de Bretaña. Pero Sir Héctor le llevó a la iglesia y sobre la Biblia le hizo explicar la verdad de como había llegado a sus manos. Sir Kay hubo de confesar y sir Héctor pidió a Arturo que volviera a meter la espada en su lugar. Así se hizo y ni sir Héctor ni sir Kay pudieron sacarla de nuevo, Arturo volvió a sacarla sin dificultad ante ellos, y juntos se dirigieron a contarle lo sucedido al Arzobispo.


Terminados los torneos, los caballeros se citaron de nuevo el día de Reyes para probar a sacar la espada.Llegado el día ninguno pudo hacerlo y fue entonces cuando Arturo, delante de todos la sacó sin esfuerzo.Los nobles se negaron a reconocer como rey a un muchacho de 16 años que ni siquiera era aún caballero. Sin embargo poco a poco fueron cediendo y al llegar Pentecostés, Arturo había sido ya reconocido como rey de toda Bretaña. Este día Arturo fue a depositar la espada en el altar de Canterbury, fue armado caballero y coronado por el Arzobispo.Juró que impartiría justicia a todos los pobladores del reino, ya fueran pobres o poderosos, que sembraría la armonía, y reprimiría cualquier desmán que atentara contra la unidad o los bienes de sus tierras.


Arturo nombró a sir Kay senescal, a Baudwin condestable y a sir Ulfius (consejero y amigo de su padre) chambelán, y comenzó su andadura como rey. Después de poner orden en su reino y de casarse con Ginebra, se rodeó de un puñado de caballeros fieles, que progresivamente fueron aumentando en número, fundando con ellos la Orden de la Tabla Redonda, ejemplo de caballería cristiana.


Utilizó la nueva Orden para hacer de Bretaña una tierra en paz y donde reinaba la justicia para todos.A todos sus caballeros les hizo jurar una serie de normas para regirse (ver la Tabla Redonda) la primera de las cuales era la cortesía, e impuso como costumbre en su corte el no sentarse a comer, hasta que cualquier caballero recién llegado, no acabara de contar sus últimas aventuras.Sus propias aventuras son numerosas y su figura quedó como el prototipo de rey cristiano medieval.

Murió a manos de su sobrino Mordred.

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